El "Workboy" de Game Boy estuvo perdido 28 años y pudo ser un periférico ideal para el trabajo
Esta herramienta perdida en el tiempo tenía varios propósitos y todos alejados del fin original de la portátil de Nintendo

Liam Robertson, un popular investigador de videojuegos y colaborador de "DidYouKnowGaming?", realizó un hallazgo bastante curioso y que estuvo desaparecido por casi 28 años. La popular consola portátil, Game Boy, podría haber añadido un periférico llamado "Workboy", una herramienta que era todo lo que necesitabas para trabajar.
Como se muestra en el video publicado en su cuenta en Twitter, donde también narra la historia de este aparato, se trata de un dispositivo que se conecta mediante el Link Cable. Este posee 12 aplicaciones entre las que encontramos una agenda, libreta de direcciones y teléfonos, entre otras. El Workboy iba a ser una accesorio oficial; fue diseñado por Source Research and Development y producido por Fabtek Inc bajo la supervisión directa de Nintendo.
En 1992, el Workboy, hizo su aparición en la CES de ese año, período en el que también fue inscrito por Nintendo of America. Su cobertura mediática fue breve y, por alguna extraña razón, desapareció de los lentes, de la conversación e incluso de los anuncios.
Robertson localizó al arquitecto del Workboy, Eddie Gill (fundador de Source Research and Development) quien compartió detalles de la historia. Señaló que este aparato tendría un costo de entre USD$79 a USD$89 de la época y que equivalen a USD$148 a USD$165 en el 2020 ($111.000 a $123.000 pesos chilenos).
[EXCLUSIVE] WorkBoy: Lost Game Boy Add-on FOUND After 28 Years: https://t.co/Wg4WIwmNrG pic.twitter.com/dCrJkUNG53
— Liam Robertson (@Doctor_Cupcakes) December 26, 2020
Gill también e dijo a Robertson que él solo conocía dos prototipos del Workboy; uno posiblemente en posesión de Frank Ballouz, creador de Fabtek Inc., y el otro de seguro guardado en las bóvedas de Nintendo of America.
El historiador de videojuegos se contactó con este último quien confirmó que estaba en posesión del dispositivo, no así de un Game Boy para probarlo. Ballouz envió el Workboy a Robertson para que pudiera probarlo. Al principio, conectando el aparato, tuvo solo un pitido de respuesta ya que necesitaba un cartucho especial para las aplicaciones.
Finalmente y tras poder copiar uno de estos cartuchos tras las largas filtraciones que Nintendo tuvo hace poco, Robertson logró hacer correr el dispositivo. Para su sorpresa era todo lo que vendían en los comerciales y de lo que se habló en la CES de 1992; funcionaba a la perfección, con sus aplicaciones y todo lo que implicaba.
Casi 3 décadas atrapado en un estante y en el tiempo, un software minado de una filtración y varias semanas en la realización sacaron a la luz una pieza en la historia gamer que se pensaba perdida. Varias fueron las iteraciones de Nintendo durante el apogeo de su Game Boy pero, sin duda, que el Workboy será para siempre una de aquellas que pudo ampliar los usos del portátil a nuevos rumbos.